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Encuentro por la Inclusión – 26 de agosto

El martes 26 de agosto, en el piso 22 del WTC Free Zone, compartimos una nueva edición del Encuentro por la Inclusión. La metodología que guió el espacio fue la Teoría U, de Otto Scharmer: un enfoque para liderar procesos de cambio profundo que invita a detenerse, observar con apertura (atención), conectar con lo más hondo de nuestro propósito (intención) y actuar desde un nuevo nivel de conciencia (agencia).



Apertura: la inclusión como transformación cultural

El camino hacia la inclusión no puede entenderse como la simple incorporación de personas diversas a estructuras ya dadas. Se trata de un cambio más profundo: de esas estructuras en sí, de las miradas y de las subjetividades. Si observamos un ecosistema, es fácilmente identificable que la homogeneización empobrece; mientras que la diversidad enriquece y da vida (¿o no es una de las cuestiones que concluimos con las expediciones a los mares argentinos y uruguayos?). Cuidar la biodiversidad humana es tan urgente como cuidar la biodiversidad ambiental: en ambos casos está en juego la posibilidad de sostener la vida en común. El Festival de Economía Inclusiva nació en 2020, en medio de la pandemia, cuando descubrimos con crudeza la fragilidad de muchos avances en equidad. Lo que parecía consolidado se volvió vulnerable, revelando que los cambios no pueden depender únicamente de coyunturas favorables. La crisis nos enseñó que necesitamos transformaciones enraizadas tanto en estructuras sólidas como en subjetividades conscientes. Por eso la inclusión no es solo una política ni un programa: es un proceso cultural que requiere revisar lo que pensamos, sentimos y hacemos día a día. Y aquí la Teoría U nos ofrece una clave: para transformar el futuro, primero hay que detenerse, mirar con atención lo que está frente a nosotres, reconocer desde dónde actuamos y permitir que emerja algo nuevo.



Atención: escuchar con todos los sentidos

En el primer panel, representantes del Estado compartieron avances y desafíos de la agenda inclusiva.

• Collette Spinetti Núñez, Secretaria de Derechos Humanos de Presidencia, abrió con una reflexión potente: es valioso que existan espacios para hablar de inclusión, pero preocupante que todavía necesitemos leyes para obligarnos a respetar derechos que deberían ser inherentes. Presentó la creación del Sistema Nacional Integrado de Derechos Humanos, que reunirá políticas públicas, legislación y acuerdos internacionales, acompañado de un observatorio público. También destacó el impulso de campañas de concientización, recordando que muchas vulneraciones ocurren en lo cotidiano: en el lenguaje, en los roles de género, en las prácticas naturalizadas. Subrayó que los cambios culturales no son inmediatos, pero que comienzan en lo pequeño. “Primero somos personas. Después, todo lo demás”, concluyó.

• Mariana Chiquiar, Subdirectora Nacional de Empleo del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, compartió datos que alertan sobre retrocesos en la percepción de jóvenes respecto a la diversidad, el género y la discapacidad. Reafirmó que el trabajo es un eje clave de inclusión porque dignifica, promueve autonomía y construye convivencia. Señaló que la Ley de Promoción del Empleo ha tenido baja efectividad en la contratación de personas con discapacidad y que es necesario rediseñar instrumentos, simplificar procesos para las MIPYMES y fortalecer el acompañamiento. Presentó programas como Yo estudio y trabajo y Uruguay Impulsa, que integran capacitación y empleabilidad. Recalcó que las políticas públicas deben construirse “en diálogo con los territorios y la sociedad civil”.

• Federico Lezama, Director de Discapacidad del Ministerio de Desarrollo Social, planteó la necesidad de refundar la política pública en discapacidad, que hasta ahora ha sido fragmentada y reactiva. Anunció la creación del Instituto Nacional de Derechos de las Personas con Discapacidad, la conformación de una Junta Nacional de Políticas de Discapacidad con nivel supraministerial y una Comisión Nacional de Participación de las Personas con Discapacidad. Abogó por un enfoque integral —que articule salud, educación, vivienda, empleo y transporte— sostenido en datos de calidad. También alertó sobre la brecha entre discurso y práctica, y propuso impulsar una pedagogía de la ternura, basada en el respeto, la afectividad y la ética como pilares culturales.



Intención: el “desde dónde” hacemos lo que hacemos

El segundo panel nos llevó a un nivel más profundo: mirar de dónde nace lo que hacemos, el “punto ciego” del accionar. La Teoría U recuerda que no basta con diseñar programas visibles; lo decisivo es el lugar interior desde el que actuamos.

• Ignacio Del, Gerente General de WTC Free Zone Montevideo y WTC Punta del Este, habló sobre el compromiso de la institución en la creación de espacios que favorezcan la diversidad y la colaboración como parte de su cultura organizacional.

• Lalo Fissore, socio fundador de Reimpulso, compartió la importancia de repensar las alianzas desde una lógica regenerativa, donde las empresas, más que competir, coconstruyan soluciones con impacto real en las comunidades.

• Laura Pastorini, Líder Regional de Desarrollo y Aprendizaje del Presencing Institute, invitó a poner en el centro la vulnerabilidad y la pertenencia como llaves para la inclusión auténtica. Compartió que la verdadera transformación ocurre cuando nos animamos a mostrarnos tal como somos y a construir desde allí comunidades de aprendizaje vivas. Podés leer con más detalle su reflexión acá.



Agencia: actuar desde la conciencia

El tercer panel puso el foco en la acción transformadora.

• Adriana Boschi, responsable del Área de Personas de Banco Itaú (Experiencia, Diversidad y Voluntariado), compartió la experiencia del banco en promover la diversidad dentro de sus equipos y en conectar estas prácticas con el voluntariado corporativo, mostrando que las empresas tienen un rol clave como agentes de cambio cultural.

• Giselle Della Mea, diseñadora y fundadora de 3Vectores, la primera Empresa B de Uruguay, contó cómo la innovación y el diseño pueden abrir caminos hacia modelos de negocio más justos y regenerativos, donde la inclusión se convierte en una ventaja creativa y social.

En este marco se presentó el Sello IN, una herramienta latinoamericana creada por Fundación Saraki (Paraguay) junto a personas con discapacidad, expertos y sociedad civil. El Sello propone un camino progresivo para que organizaciones públicas, privadas y educativas avancen hacia culturas inclusivas en cinco áreas: gestión humana, accesibilidad, comunicación, cadena de valor y comunidad.

Durante el encuentro se entregaron sellos a dos empresas uruguayas, celebrando sus avances y compromisos en inclusión.

Un cierre en resonancia La mañana nos dejó un aprendizaje compartido: la inclusión no es un destino, es un proceso vivo que exige tres movimientos:

• Atención: escuchar con todos los sentidos a todas las voces.
• Intención: actuar desde un propósito profundo, que conecte lo individual con lo colectivo.
• Agencia: llevar esa nueva conciencia a la práctica y tomar acción.

La Teoría U nos recuerda que la transformación real no se trata de repetir lo conocido, sino de abrir la mente, el corazón y la voluntad a lo que el futuro quiere traer. Así, la inclusión deja de ser un añadido y se vuelve raíz: una manera de sanar como sociedad, de reconocernos en la diversidad y de florecer en comunidad.


En febrero nos espera una intervención artística: un espacio para el intercambio, la imaginación y el diálogo vivo, con la intención de dejarnos atravesar por lo sensible y poner la creatividad al servicio de los mundos que soñamos habitar. Próximamente más información.