4D Lab es una empresa B certificada. ¿Qué quiere decir eso? Es una empresa que, si bien quiere tener ganancias, porque todas las personas que estamos en 4D vivimos de nuestro trabajo, trabajamos por generar un impacto social y medioambiental positivo. Está en nuestro ADN trabajar por un bienestar compartido en un planeta saludable. Junto a muchas otras personas, organizaciones y empresas buscamos construir una nueva economía, una economía inclusiva, equitativa y regenerativa.
Ya hace bastante tiempo que hablamos de las transformaciones que necesitamos como humanidad, porque de la manera en la que tenemos el mundo organizado, generamos cada vez más inequidad (cada vez menos tienen más), lo que lleva a exclusión y estamos destruyendo nuestra querida casa, nuestro planeta. Y son transformaciones que llevan tiempo, trabajo y dedicación, porque son cambios sistémicos y complejos. Y si bien hay mucha gente que empezó los procesos de transformación hace un tiempo ya, mayoritariamente hemos seguido con la inercia en la que veníamos, consumiendo y desechando, excluyendo a las personas que sentíamos que no “encajaban”. Nos decíamos a nosotros mismos “no podemos parar la economía, la educación, no podemos parar las empresas”.
Esta pandemia nos obligó a PARAR…
Con todos los desafíos que nos ha traído la pandemia, NO podemos darnos el lujo de desperdiciar todo lo sacrificado, ya que nos está dando la oportunidad para RE-DISEÑAR nuestra economía, nuestras organizaciones y empresas, nuestro sistema educativo y asi REGENERAR el tejido social dañado, los diferentes ecosistemas, el medio ambiente.
Venimos de un paradigma de mundo pensado para que sobrevivan los más “aptos”. Un mundo donde solamente los que nacen en situación de mayor privilegio pueden acceder. Venimos de un modelo SELECTIVO, que rechaza, elimina, excluye a las personas que NO se adaptan a él.
Venimos de una cultura de rechazo a la diversidad y de NO respeto a la biodiversidad.
Cuando hablamos de diversidad, hablamos de TODAS las personas. Esa una característica distintiva del ser humano, no hay un ser humano igual al otro. Hay tantas maneras de ser, de estar, de hablar, de amar, de comunicarse de pensar, de trabajar, de convivir, como seres humanos hay en el planeta.
Por suerte, hay muchas experiencias, comunidades, organizaciones, personas, que le dan la bienvenida a la diversidad, que ya tienen puesto el lente de la inclusión, o sea de la verdadera convivencia, que ya han ido transformando su mirada, sus prácticas, sus políticas, su cultura hacia la inclusión. Todas esas personas que tienen el corazón, la mente y la voluntad abierta y dan verdaderamente la bienvenida a la diversidad, incluida la discapacidad, generan espacios, lugares de convivencia mucho más saludables y amables con TODAS las personas, con toda la vida en general, incluida nuestra tierra.
Sigamos transformando nuestra mirada, sigamos transformando y transformándonos, avanzando hacia culturas inclusivas, hacia culturas regenerativas.